lunes, 1 de junio de 2009

Sedas y jeans


Yang Ti obtuvo inmediata respuesta.

Yo me quedé con el mensaje de Rosa Serdio en las manos y en el corazón (la agradecida y maravillada soy yo) observándolo, que aletea como una mariposa:



Recibido el mensaje, señor...a. Súbditos inclinadísimos ante su Excelsa Majestad Oriental.



¡Qué estupendo es esto de poder cambiar la seda por los jeans en un abrir y cerrar de páginas!


¿Qué sería de nosotros, humildes lectores de andar por casa, sin la energía que los dioses de todas las mitologías de Fantasía han concedido a los escritores?

Pues eso, unos pobres mortales cuyo vocabulario exiguo no daría para más que para inclinarse ante depredadores de aves.

Gracias, María. Cuando nos regalan alas sería muy difícil seguir simplemente caminando.