martes, 11 de mayo de 2010

Borges me ayudó a escribir las Cajas de China: María García Esperón

Gracias a María Constantino, hoy he podido conversar con Gustavo Hernández Espinosa, que ha leído Las Cajas de China en el proyecto de lectura que consistió en una experiencia bilingüe: leer en español y comentar en inglés. 
De las páginas de Las Cajas de China le saltaron a  Gustavo varias preguntas como tigres, como se verá en las líneas que siguen. (MGE)


GHE: Me llamo Gustavo Hernández Espinosa y tengo 13 años.
 MGE: ¡Pues ya estamos dentro del libro, te llamas como el tío Gustavo Tajín y tienes 13 años, como William Clark!

GHE: Me llamó la atención su libro porque está muy fascinante, es algo extraordinario lo que escribió porque habla de cosas que son de mucho misterio. Y más cuando querían cazar al tigre porque era muy preciado en la India.
 Durante la lectura me hice muchas preguntas porque las cajas cada vez eran más pequeñas y con un objeto adentro y la sorpresa mayor fue en la última.
Me sorprendió cuando el tigre se convirtió en humano.
MGE: El tigre es un animal que me fascina. Fue una tentación muy fuerte convertirlo en literatura y todo un reto conservar su fiereza en un libro para niños que maneja ciertas dosis de humor. Yo quería que se viera como algo sagrado.

GHE: Me gustaría que conteste una serie de preguntas por favor.
 MGE: Será todo un placer.

GHE: ¿Le ayudaron a escribir el libro?
MGE: Claro que sí. Me ayudaron mis recuerdos de niña y las experiencias que viví con mi hijo y que traté de incorporar en ese libro, de meter en esas cajas.  Me ayudaron los libros que he leído desde que era una niña. Me ayudó particularmente un libro de cuentos egipcio en cuyo prólogo leí que los primeros cuentos encadenados tipo Las Mil y una Noches se escribieron en el antiguo Egipto y milenios después fueron encontrados en las vendas de una momia.
Me ayudaron las narraciones ancestrales de las civilizaciones que venero: Egipto, China, la India, caracterizadas todas por una gran espiritualidad, por el respeto a la naturaleza y por la magia increíble de saber contar.
Me ayudaron los grandes autores que venero: Kipling, Salgari, Verne, Wilde, Yourcenar, Cortázar, Borges. Borges  me ayudó a escribir Las Cajas de China.Yo escribí este libro como escribí Tigres de la otra noche: pensando en Borges niño. Y te diré una especie de secreto público: Tomé como talismán una de las frases de Borges que más me gustan, presente en su cuento, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, para que fuera una especie de lenguaje mágico en este libro para niños. Si la encuentras, ¡el tío Gustavo Tajín te enviará un regalo sorpresa!

GHE: ¿Cuántos libros ha escrito? 
MGE: Llevo unos veinte libros desde 2004, que descubrí que escribir literatura infantil y juvenil era definitivamente lo mío. Publicados con editoriales, siete. Otros siete han sido publicados por mí y los demás están en busca si no de editor sí de su camino. Y aquí te cuento un proverbio oriental. "Cuando un hombre encuentra su camino, los dioses le sonríen".


GHE: ¿Cuánto tiempo tiene escribiendo libros? 
MGE: Eso lo he pensado también. Te he dicho que desde 2004 comencé a escribir. Pero estos libros los empecé a escribir soñando... desde niña, Así que la respuesta es: ¡toda mi vida!

GHE: ¿De dónde es usted? 
MGE: Nací en la Ciudad de México, el 7 de agosto de 1964. Y como los antiguos egipcios, que pensaban que su país era el más hermoso, yo también creo que México lo es, y que si tiene tantos problemas, aquí estamos nosotros los que amamos los libros y la cultura  y los chicos como tú para hacer que nuestro país, como la mariposa de Anup y Tutmosis en Las Cajas de China, renazca de su muerte aparente y se convierta en vuelo de claridad, de superación.

GHE: Bueno, me despido con un amistoso saludo y espero que siga escribiendo libros.
MGE: Y yo espero que sigas leyendo de la manera que lo has hecho y que siempre pero siempre, de las páginas te salten y te asalten preguntas e inquietudes como tigres de Bengala.

Los lectores opinan que...


De Saúl para Maria:

Lo que mas gustó fue la última caja que vino el tío Gustavo, también cuando el tigre se convierte en humano y cómo su barba era muy negra. Y también cuando la primera caja tenía un trapo y un libro. Adiós. 

De María para Saúl:

Esa barba de tan negra, ¡parecía azul!



De Ramiro:

Querida María hola ¿Cómo estas? Me gustó el cuento de Las cajas de china y las instrucciones que de no seguirse cae una maldición china y como todos estuvieron pendientes para abrirlas. Adiós.

De María:
Así de pendiente estoy yo leyendo tu carta. Pensé ¿y si no le gustó el libro? ¡Qué bueno que te gustó!



De Daniel, 13 años, para Maria:

Me llamo Daniel y me gustó mucho tu libro porque habla de lo importante que es cuidar a los tigres.
También me gusto la parte del príncipe crisantemo y toda su historia. 

De María para Daniel:
Para la historia del Príncipe Crisantemo me inspiré en la narrativa oriental tradicional, que enseña la vinculación que existe entre los seres humanos, los animales, las plantas...




De Eduardo

Me gustó todo el libro y sobre todo la parte del faraón, el niño Anup y el gato Miw. 

De María
A mí me gusta tanto hablar de Egipto que al escribir me costó trabajo salir de esas cajas egipcias. Dicen que los antiguos egipcios amaban tanto a su país que no acostumbraban viajar fuera de él. ¿para qué? -se decían- si no hay mejor tierra que la de Khemet.



De Fernando para Maria:

Lo que mas me gusto de las cajas de china fueron las historias de la princesa Media Noche, el gato Miw y el tigre que se podía convertir en humano con los ojos dorados y vestido como rey, y que el tío Gustavo era un aventurero. 

De María para Fernando:
Pues ¡te gustó todo el libro! Y lo has descrito muy bien en breves líneas.



De Víctor Pereida de 13 años

Me gusto mucho todo pero más cuando descubrieron el mapa, la ultima caja
y la llegada del tío Gustavo y su invitado. 

De María:
¡El invitado a mí también me gusta mucho! 
Yo que lo escribí, no he terminado de saber si era o no el hombre tigre.



De Ramiro Trejo

Hola me gusto todo pero me emocionó mas cuando Jerónimo dibujo el ratón y no podía borrarlo ni al dragón, y el príncipe Tutmosis con el cocodrilo. 

De María
A mí me gustan mucho los cocodrilos y pude conocer uno bebé hace  años, en Veracruz. 
       Es increíble cómo pueden convertirse en  
                depredadores formidables.
 

Las Cajas de China: Cartas de los lectores

Hoy he recibido un paquete electrónico con varias cartas de lectores de Las Cajas de China. Ellos son alumnos de María Constantino y han llevado un proyecto de lectura. Cada vez que me hablan de este libro, de lo que han sentido al leerlas, de las emociones y sorpresas que han tenido, me siento como Jerónimo, el niño protagonista, cuando al llegar a su departamento en la ciudad de México se entera que le han llegado... 

Las Cajas de China

Querida María:

Leí tu libro “Las cajas de china” y me gustó mucho porque habla sobre Egipto y diferentes lugares con historias impresionantes; es un libro que todos deben conocer, pues a muchos no les gusta leer, pero éste es un buen libro.

Lo que más me gustó fue la historia de la mariposa que era una oruga y cuando amaneció los niños vieron las mariposas salir volando.

Que estés muy bien y ojala hagas otro libro tan impresionante
como éste en el futuro para leerlo también.

Atte. Diana Imelda Constantino. 


Querida Diana Imelda:

Te habrás dado cuenta que soy  una apasionada del antiguo Egipto. Escribir cómo vivían Anup y Tutmosis fue como haber vivido un poquito a la orilla del Nilo.
La historia de la mariposa me gusta mucho también. Yo la viví con mi hijo Ian cuando tenía 8 años. Y me hizo muy feliz poder incluirla como una historia egipcia en Las Cajas de China.

Con cariño,

María

Hola María
Yo sólo quiero comentar sobre tu libro Las cajas de China,que me pareció muy interesante y divertido  ya que Jerónimo, el niño que no recibe su videojuego y en vez de de eso recibe  las cajas; cosa que yo entendí que leer es mas interesante y emocionante. Bueno, me gusto mucho cuando la princesa Media Luna se convirtiera en un cuadro es emocionante imaginar lo que pasa; y me gusto mucho más el diario de William Clark ya que yo pensé que el tigre iba  a comérselo, pero no creo que el tigre ya sabia... bueno sabía iba a pasar, bueno creo que el final fue algo interesante ya que nadie se imaginaba que el tío Gustavo llegaría,  yo no me lo imaginé.

Se despide

Ricardo Alemán Vázquez 

Querido Ricardo:
A mí me parece que leer es lo más emocionante que existe sobre la tierra. Esto de convertirse en cuadro, como le pasó a la princesa Media Luna... (¡espera, le cambiaste el nombre, yo le puse Medianoche, pero ¿sabes qué? el nombre que le has dado es ¡mucho más bonito!) es una fantasía hermosa que yo leí de otro modo en un cuento de la gran escritora belga Marguerite Yourcenar y quise volverlo a soñar en Las Cajas de China.

Un abrazo,

María