martes, 27 de septiembre de 2011

María entre el presente y la memoria. Una entrevista desde Cuba de Jorge Luis Peña Reyes

María entre el presente y la memoria

Por Jorge Luis Peña Reyes

Quién pudiera como el río/
ser fugitivo y eterno:
Partir, llegar, pasar siempre/
y ser siempre el río fresco/.
Dulce María Loynaz

Puedo  remontarme al año 2009, punto de partida de esta relación que nació mientras rastreaba en la red la convocatoria del Premio hispanoamericano de  poesía para niños. María García Esperón, escritora mexicana, era ese nombre reiterado en las páginas del Google por merecer el lauro de este importante certamen en la edición del 2005 y también por su constante labor de promoción. Allí estuvo, accesible  desde la primera vez, y fue tanta la empatía entre esta multipremiada autora, entusiasta promotora, buena amiga de tantos y quien subscribe, que hemos fundado y soñado proyectos comunes, en una cofradía difícil de imaginar desde la distancia. Su apego a la novela histórica ha sido muy reconocido en varios países del mundo al igual que su trilogía El Disco del Tiempo, Querida AlejandríaEl Disco del cielo, este  último publicado hace unos meses por la Editorial cubana Gente Nueva, razón por la cual surge este diálogo que pretende ser un puente entre el interés de esta autora  por civilizaciones antiguas y su compromiso con el presente.

-¿María de dónde te llega la afinidad por las culturas milenarias?

-Mi afinidad por las culturas antiguas procede de mi primera infancia. A los cuatro años, en un libro ilustrado de una historia mitológica griega, me subyugó todo: el mar, las túnicas, las islas, los dioses. Eso fue decisivo, yo pedí que me enseñaran a leer en ese momento, para poder descifrar los sentidos que intuía. Y mi interés infantil más adelante, se dirigió a los vestigios de las grandes civilizaciones mesoamericanas: los aztecas, los teotihuacanos. A los nueve años yo quería ser arqueóloga y le rogaba a mi madre que me llevara al Museo de Antropología a ver las estatuas, las inscripciones, los monumentos.

-¿Necesitas la literatura como una manera de evadir tensiones del mundo contemporáneo o apelas a la periodista que eres para encarar estas realidades?

-Trabajé en un periódico durante siete años, siempre enfocada al periodismo cultural. Claro que la cultura en cualquier país está inserta en una realidad sociopolítica de la que ni es posible ni es ético evadirse. Al enfocarse a lo cultural, a su estudio, crónica, seguimiento, adquieres una percepción diferente a la que otorga la primera plana de cualquier periódico o noticiario nocturno, que están dedicados, por lo menos en México, a los políticos y a los criminales. Al seguir la cultura te das cuenta de la enorme fuerza que en su historia y en su creación posee cualquier pueblo y empiezas a encontrar esos reductos de resistencia, de energía, de futuro, de evolución hacia mejores estadios que a primera vista no aparecen. Del periodismo pasé a la creación literaria para niños y jóvenes y encontré un nicho particular: rescatar los tesoros de nuestros más promisorios orígenes para traerlos al presente y en esos vehículos portentosos que son los libros, entregarlos a los jóvenes lectores, tan promisorios como el origen del que hablo.
           
-¿Por qué los niños como destinatarios de tu obra literaria?

-Porque con los niños todo empieza, el mundo vuelve a nacer. Cuando tenemos hijos volvemos de algún modo a un mágico punto de partida, es la oportunidad de hacerlo todo de nuevo, de pensarlo todo, de hacerlo y pensarlo bien. Escribir para niños es una experiencia de origen, en ella caben la ilusión, la esperanza, el deseo de correr aventuras, de viajar, de coincidir, de enamorarse de esa manera tan pura como ocurre en la infancia.

-La poesía y la novela son géneros que se complementan en ti. Una requiere de síntesis y otra de digresión. ¿Cómo puedes convivir con ambos conceptos sin que te roben terreno?
           
 -Yo soy amante eterna de las obras de Homero, de la Iliada y la Odisea. En esa épica que nos fundó la literatura universal conviven lo narrativo con la expresión poética, que percibo como sagrada. Un modo de contar los hechos en el que el mismo lenguaje hace que se relacionen con un nivel superior, que eso lo explique. El Logos que se expresa a través de la poesía, es más rico que la lógica, que la simple cadena de causas y efectos. Soy más narradora que poeta, pero naturalmente tiendo a contar las cosas a través de una prosa poética.

-La promoción a los autores es parte fundamental de tu diario hacer. ¿Cuál es tu meta?

-Dijeron los clásicos que la amistad es un alma en dos cuerpos. Los autores que promuevo son esas almas que amo, en el sentido del AGAPE griego. Ha sido una especie de comunión, de convertir mi ser a esos sentidos hermosos que resplandecen en la creación del otro, y de este modo hacerlos míos y poder llevar esa felicidad encontrada, ese amor sentido, a alguien más.

-¿Crees que la red es un camino viable para la difusión de los autores? ¿Cuánto le debes a este andar por el ciberespacio?

-El ciberespacio se me reveló como mi medio natural cuando descubrí las posibilidades de Internet a fines de los noventa. Dialogando en Internet, investigando y reflexionando escribí mi primera novela, gané un premio de literatura y encontré mi camino. Si no existiera Internet yo no hubiera escrito, o no hubiera seguido escribiendo. Necesito como autora la interacción, el diálogo, la palabra que se extiende y abraza. Más que la obra en sí, me atrae la comunicación, el hecho comunicativo, el poder incidir en la realidad, transformar y transformarme.
Y sí, la red es uno de los mejores caminos para difundir la creación de un autor, y hoy por hoy, de un autor para niños.
           
-Tus novelas Mi abuelo Moctezuma y Copo de Algodón describen el difícil encuentro entre dos  culturas,  dos puntos de la geografía que marcan tu pasión. ¿Si tuvieras que trasladarte definitivamente y renunciar a uno de ellos, por cuál te decidirías? 

Yo amo profundamente a mi tierra. México es para mí una mística. Pero desde muy pequeña sentí la atracción, el amor por España. Entonces me “contra-eduqué”. Como nación, México es una fundación del siglo XIX, hecha por criollos que se levantan contra el poder español. Los años que siguieron, el movimiento revolucionario que enfatizó los valores culturales mexicanos a través de la creación artística de esos titanes que fueron los muralistas, y de los escritores como Juan Rulfo y Mariano Azuela y en particular los años setenta del siglo XX, cuando yo era niña, acusaban un nacionalismo entendido en gran parte como un rechazo a España, como un grito de independencia constante, un rompimiento: soy mexicano porque no soy español, no quiero serlo. Pero yo he sentido un supranacionalismo: estamos insertos en una cultura común, es un mismo río. Lo comparo con el siglo de oro de Pericles: fue posible el gran florecimiento ateniense porque hacia Atenas regresaron los más eminentes griegos de las islas y del Asia Menor, como Anaxágoras, por ejemplo. No eran griegos continentales, sino griegos por cultura que sintieron la necesidad de comunicar, converger, ofrendarse en un proyecto común, que nos dio la Acrópolis, la democracia, a Sócrates y a la filosofía de Platón. No veo separación entre México y España sino una continuidad. Esto se vio clara, entrañablemente, en los años de la guerra civil española, cuando los exiliados del franquismo en México encontraron simplemente su casa, no un asilo, ni un favor, sino su casa, a la que llevaron lo mejor de su pensamiento, su poesía. ¿Si tuviera que trasladarme? La tierra en la que he nacido tiene la última palabra. La unión es tan profunda que si tuviera que dejarla diría como en la Canción Mixteca: Oh tierra del sol, suspiro por verte.

Eres una autora que elabora libros en corto tiempo. ¿Cuántos años de investigación necesitas para completar una historia?

Se puede decir que he hecho investigación de estos temas relacionados con las antiguas civilizaciones durante toda mi vida. Son paisajes, personajes, hechos, sentimientos que hice míos por connaturalidad afectiva. Cuando he empezado a escribir una novela, por ejemplo Querida Alejandría, es porque he sentido que ya estoy en esos tiempos, en esos espacios, contemplando esos rostros. Claro que al construir la novela acudo a los referentes bibliográficos y siempre cotejo datos. El procedimiento que he seguido es escribir como si se tratara de mi propia memoria. 



Jorge Luis Peña Reyes es un poeta y escritor cubano nacido en 1977.
Es licenciado en Educación y ha obtenido numerosos premios y menciones de literatura, como la Beca de Creación Poesía del Sur 2000, el Premio Principito en Poesía y Cuento y el Premio Mundo Marino, entre otros.
Ha publicado los libros Avisos de bosque adentro, Donde el Jején puso el huevo y La corona del rey.

lunes, 27 de junio de 2011

Una carta muy especial y su respuesta


Hola María:
Nosotros somos los grupos de 3 y 4 grado de la escuela Josefa Vergara para niños invidentes de Querétaro.
Nuestra maestra de Inglés María Constantino nos leyó el libro de Cajas de China, y nos encantó demasiado y queremos pedirte de favor que si los libros pueden ser en braille o en audio para seguir disfrutando de cajas de china otra vez y sus aventuras y de otros libros que la teacher nos ha platicado que tienes.
Tenemos una presentación acerca del Circo para cerrar el año escolar, te invitamos será el 4 de julio del 2011, pero si no puedes venir te lo mandamos grabado, esperando conocerte en otra ocasión.
También queremos decirte y preguntarte:
ALEJANDRO: María García a mi me interesó mucho todo el libro, sobre todo la última caja por que llegó el tío Gustavo y el Dr.
CARMELITA: A mi me gusto que las cajas se tenían que abrir de la más chica a la más grande, que el tío Gustavo sabía todo y cuando todos se reunieron a abrir la última caja con Jerónimo.
LUPITA: Mi parte favorita fue la historia del príncipe Tutmosis.
LORE: A mi me gusto cuando se abrían las cajas y se sacaban sorpresas y cuando tenían al cocodrilito.
JUAN PABLO: M i parte favorita es cuando abrieron la última caja y lo importante que fue para Jerónimo.
IIRAIS: Estuvo muy bonito el libro por que aprendimos muchas cosas.
PAM: A mi me gusto todo, todo.
ESAÚ: ¿Cuántos libros ha escrito?
CARMELITA: ¿Cuántos años tienes, tienes hijos, y si tienes les lees tus libros?
ALEJANDRO: ¿Tus hijos viajan contigo cuando presentas tus libros?
Gracias por leer nuestra carta, ahora la teacher nos va a leer “El duende no” antes de salir de vacaciones.


Queridos niños:


Con todo el afecto de


María García Esperón

domingo, 5 de junio de 2011

La investigacion de 6º, en el CP Guillén Lafuerza de Oviedo


Los chicos de 6º del CP Guillén Lafuerza de Oviedo, desarrollaron investigaciones con respecto a las tres culturas de Las Cajas de China: Egipto, China y la India. Del significado del crisantemo, que fuera tomado como símbolo del trono japonés, a la descripción de los colosos de Memnón por el geógrafo antiguo Estrabón y pasando por la revisión del término maharajá, la situación actual del tigre de Bengala, se convirtieron en todos unos aventureros del conocimiento.

Los dibujos de 5º en el CP Guillén Lafuerza de Oviedo



Los chicos de 5º del CP Guillén Lafuerza de Oviedo, se convirtieron en aventureros de las Cajas de China, transitaron entre cocodrilos y tigres de Bengala, sintieron el ardor de las arenas del desierto al lado de los colosos de Memnón y ¡encontraron la hoja perdida en un libro de mapas! Con un buen mapa de tigres bajo el brazo y armados de lápices de colores, realizaron dibujos llenos de historia, de aventura, de magia.

El mural de 3º en el CP Guillén Lafuerza de Oviedo



Egipto, China, la India, todo cabe en Las Cajas de China. Los chicos de tercero del CP Guillén Lafuerza hicieron un viaje muy largo, sin moverse de su aula.

Y como prueba de su excursión por países maravillosos de historia y encanto, realizaron un mural espléndido como puede verse en estas imágenes.

martes, 31 de mayo de 2011

Los Miw del CP Guillén Lafuerza de Oviedo


Miw es el gato de Anup, que limpió de ratones los graneros del faraón y fue llevado a vivir al palacio gracias al príncipe Tutmosis.

Dirigidos por Alfonso Pascón, la clase de 3° del CP Guillén Lafuerza de Oviedo, combinó los principios del arte naïf para buscar el mejor rostro de Miw con resultados espectaculares, que hacen a las creaciones realizadas por estos niños obras dignas de figurar en el mejor de los museos.


Los colosos de Memnón tienen familia


EGIPTO | Hallazgo arqueológico

Los colosos de Memnón tienen familia

Cabeza de una deidad hallada en el gran atrio del templo funerario de Amenhotep III. | Ministerio de Antigüedades de Egipto
Cabeza de una deidad hallada en el gran atrio del templo funerario de Amenhotep III. | Ministerio de Antigüedades de Egipto
Cabeza del coloso de alabastro de Amenhotepd III hallado en Luxor, la antigua Tebas. | Ministerio de Antigüedades de Egipto
Los habitantes del actual Luxor siguen aún fascinados por los majestuosos colosos de Memnón. Y relatan que los gigantes solían cantar al alba hasta que un emperador romano restauró las figuras, heridas por un terremoto en el año 27 a.C. Entonces el silbido, producido por el cambio de temperatura, se volvió mudo y nació la leyenda.
Las dos estatuas sedentes de Amenhotep III (1390-1352 a.C.), situadas en la ribera occidental del Nilo, son unos de los últimos vestigios del que fuera el más espectacular complejo funerario del antiguo Egipto. El sino de estos guardianes, apostados en la entrada de un templo desaparecido, puede cambiar. Una excavación arqueológica ha anunciado el hallazgo de un coloso de alabastro del gran rey junto a una estela y las cabezas de una deidad y del monarca.
La figura fue descubierta en lo que debió ser el pasillo que conducía al tercer pilón del complejo, a unos 200 metros de los colosos de Memnón. Según Zahi Hawass, ministro de estado de Antigüedades egipcio, el rostro de la estatua es una obra maestra del retrato real. Muestra a un Amenhotep III con barba real sentado y ataviado con una falda plisada (llamada 'shendyt') y nemes, la tela que cubría la cabeza de los reyes egipcios.
Parte de la estela.
Parte de la estela.
La cabeza, que pide 1,20 metros de altura y está muy bien conservada, es pese a sus dimensiones un universo de proporciones ajustadas y equilibradas. Tiene ojos con forma de almendra realzada por franjas de cosmética, una nariz corta y una boca grande con amplios labios.
El coloso desenterrado es una de las dos estatuas que debieron derrumbarse tras el terremoto pero algunas de sus partes aún son visibles en la capa aluvial del Nilo. La pieza trasera del trono de una de las figuras había sido encontrada en anteriores excavaciones. Los responsables de la misión aseguran que el resto de partes serán restauradas gradualmente y la estatua será colocada en su ubicación original en un futuro próximo.
A juicio del director de la misión, Hourig Suruzian, el hallazgo es importante para la historia del arte egipcio y de la escultura porque la pieza está excepcionalmente tallada en alabastro, una piedra extraída de las canteras de Hatnub en el medio Egipto y empleada rara vez en colosos que miden aproximadamente unos 18 metros.
En los trabajos de limpieza y cartografía efectuados en la parte central del gran atrio del templo, donde hay partes del pavimento original, se han encontrado otros restos como la cabeza de una deidad, de 28,5 centímetros, que representa a un dios masculino, y una estela de cuarcita roja que ha sido reconstruida a partir de 27 grandes piezas hasta alcanzar 7,40 metros sobre los nueve de la obra original. Su restauración se completará la próxima temporada, según los responsables de la misión.

Fuente: El mundo.es

viernes, 6 de mayo de 2011

Las cajas de China, reseña de Anabel Sáiz Ripoll en Pizca de papel


Por Anabel Sáiz Ripoll

Las Cajas de China,
De María García Esperón,
Colombia, Hillman, 2008

"Las Cajas de China" de la mexicana María García Esperón es un libro que presenta una particularidad narrativa muy atractiva. Esto es, puede leerse en dos tiempos que acaban confluyendo: el tiempo real, el del lector, que coincide con el del niño protagonista, y el tiempo evocado, el tiempo de las leyendas, de la magia que se desgrana en las historias que este mismo niño, Jerónimo, lee, a la vez que lo hace el propio lector. Se trata, pues, de un doble eje cronológico que implica directamente al personaje de ficción y al lector real. La escritora así logra un juego literario espléndido. "Las Cajas de China" no es solamente un relato de ficción, no, es mucho más que eso: es un conjunto de relatos que, a la manera medieval, están incluidos uno dentro del otro; de ahí el título del libro.
Gustavo Tajín es el tío aventurero de la familia Tajín. Él es quien envía a su sobrino Jerónimo un regalo muy especial: “… siete cajas, una dentro de la otra”. Este regalo viene envuelto en misterio puesto que, siguiendo las indicaciones de Gustavo, han de abrirse una por día. Eso supone un freno a la curiosidad y un ejercicio de disciplina por parte de la familia Tajín, el padre, la madre y los dos hermanos, Andrés y Jerónimo. Todos están deseando llegar a la séptima caja, pero saben que no deben hacerlo y siguen las instrucciones del tío aventurero, aunque con alguna excepción, que él mismo ya había previsto. La voz de Gustavo se hace oír sonora y recia a lo largo del relato. Ahora bien, esa curiosidad de los Tajín y de sus vecinos es la misma curiosidad de los lectores que, si quieren entrar en el juego que nos propone María García Esperón, han de seguir las mismas instrucciones y leer un cuento cada día. ¿O no? Eso… ya se irá descubriendo una vez hayamos aceptado las reglas del juego.
El amor, la amistad, la humildad, el respecto hacia unos principios son valores que se desprenden de los cuentos con los que María García Esperón ilustra estas fastuosas “Cajas de China”.
"Las Cajas de China", por lo tanto, contienen más de una historia. El hilo narrativo es el que marca la familia Tajín, con su devenir diario, sus problemas, sus quehaceres y sus preocupaciones. Así, los diálogos entre los Tajín son realistas, llenos de humor y gracia. María García Esperón describe con acierto a esta familia de la clase media mexicana. Trufa estos diálogos con términos propios de México, lo cual dota de mayor plasticidad al relato. Solo por esta historia ya valdría la pena leer el libro.
No obstante, aún hay más. El regalo de Gustavo Tajín consiste en evocar, para su familia, hermosas historias ambientadas en el Egipto de los Faraones, en la mágica India o en la propia China. Son las historias propias de las leyendas, del acervo clásico, pero rociadas de un tenue perfume y envueltas en el delicado papel chino. Así, conocemos a la princesa Medianoche, la historia de Meryt la mariposa, leemos parte del diario de William Clark o sabemos algo más del gato de Anup.
Gracias a estas historias, María García Esperón colma el deseo que, desde siempre, el ser humano ha sentido por conocer viejas historias, el deseo de saber algo más de nuestros orígenes y que nos lleva a sentirnos fascinados por las viejas civilizaciones orientales que, como en un prodigio, aparecen ante la familia Tajín. Como dice la propia escritora: “Las Cajas de China es un libro-regalo por naturaleza. A través de su escritura mi intención fue entregar a los niños la magia y fascinación de las civilizaciones orientales encerradas en siete cajas, una dentro de la otra, que el niño protagonista -y los niños lectores- tienen que ir descubriendo al seguir una lectura que debe detenerse cuando el narrador lo indica para retomarse una vez que la ilusión y la curiosidad hayan subido en el termómetro lector”.
"Las cajas de la China", en suma, es un libro poderoso porque encierra las llaves de la imaginación y cuando la imaginación se desata cualquier acontecimiento es posible. Los niños y niñas de 11 o 12 años leerán con gusto estos relatos, pero también los mayores y todos aquellos que, como Jerónimo y su familia, tengan la curiosidad a flor de piel.

Publicado en Pizca de Papel

miércoles, 4 de mayo de 2011

Una aventura con s de sapo


Las Cajas de China y todos sus personajes se han trasladado en alfombra mágica hasta Oviedo, Asturias, donde en el CP Guillén Lafuerza no han tenido miedo de la maldición china que puede caerles si no siguen las instrucciones del tío Gustavo Tajín.

El causante de todo es un blog aventurero como pocos, en el que ya hay cartas, pistas y retos para hacer de esta...

una aventura Con S de Sapo.

lunes, 2 de mayo de 2011

Pócimas de hada en Oviedo


Próximamente
María García Esperón
desde México hasta Asturias
en el CP Guillén Lafuerza de Oviedo
Hacia un lunes lleno de magia, cuentos y versos
y siete cajas de China.

domingo, 24 de abril de 2011

Del hada María para Con S de sapo


El hada del verso
la más pequeñita
en una palabra
se fue de visita.

Fue a ver a la Rima
que estaba enojada
porque ya sin ella
los versos versaban.

¿Qué acaso estoy vieja?
¿Estoy malpeinada?
Desperté temprano...
¡me lavé la cara!

El hada del verso
rimó en su varita
y versa versando
rimaron las rimas.

domingo, 30 de enero de 2011

Las Cajas de China en la fiesta de Año Nuevo chino

Las Cajas de China es un libro-regalo por naturaleza.
A través de su escritura mi intención fue entregar a los niños la magia y fascinación de las civilizaciones orientales encerradas en siete cajas, una dentro de la otra, que el niño protagonista -y los niños lectores- tienen que ir descubriendo al seguir una lectura que debe detenerse cuando el narrador lo indica para retomarse una vez que la ilusión y la curiosidad hayan subido en el termómetro lector.

Un ejemplar de la edición publicada en Colombia fue el regalo que llevé a la Fiesta de Año Nuevo Chino que tuvo lugar en la Oficina Económica y Cultural de Taipei en la Ciudad de México. José Luis Ham tuvo la amabilidad de invitarme a compartir una fiesta de alegría y cultura entre la comunidad taiwanesa asentada en México y pude hacer la entrega del libro al Señor Jaime H. F. Chen, Director de la Oficina Económica y Cultural de Taipei en un marco inundado de soll y de buenos augurios.



Con los señores James H. F. Chen y Bruce C.C. Ho, 
directivos de la Oficina Económica y Cultural de Taipei

Con José Luis Ham, quien hizo posible esta rica experiencia

Las Cajas de China... ¡en su ambiente!
Dedicatoria

Con Jessica Chiu, que nos deseó feliz Año Nuevo en chino