lunes, 8 de junio de 2009

Notas personales



Muchas veces, el libro que leemos es también el libro que escribimos.

El ojo que se desliza por los renglones no deja huella física aparente, pero la lectura es un acto tan completo y rotundo, tan hermanado con la creación, que muchas veces echamos mano de un papel o libreta para surcar de una manera palpable y física el paisaje de los sentidos.

Asunción Carracedo ha aceptado la invitación tácita de las dos últimas páginas de Las Cajas de China, que entre jeroglìficos egipcios y caracteres chinos se proponen al lector como un punto de partida para que escriba un libro.

Y sorprendiéndome de nuevo, Asunción -que es escritora y lectora, lectora y escritora- ha tenido la magia de escanear y enviar el para mí invaluable tesoro de sus notas personales.