jueves, 4 de junio de 2009

De aquí salieron Las Cajas de China








A los ocho años descubrí en un librero de mi casa La leyenda y el cuento populares, ensayo histórico, del crítico catalán Ramón D. Perés, en edición de los años cincuenta del siglo pasado.

En sus láminas vi por primera vez la muralla china y el monte Olimpo, el rostro de Merlín y la soledad del Minotauro. Ahí conocí al terrible emperador Yang Ti y supe de plantas de crisantemo que se transformaban en personas, de elíxires que al compartirse provocaban un amor terrible -Tristán e Isolda- y de espadas de doble filo que separaban a los amantes. También conocí al buey Apis y leí por vez primera el nombre de Herodoto, busqué el anillo de Sakuntala y vi a Scherezada arrodillada ante el rey Schariar -que puede matarla- hechizándolo con sus historias...

Para mí, ese libro contenía todo el mundo, todo lo que pudiera soñarse o recordarse, ser estudiado o visitado.

De esa vivencia irreproducible, de ese descubrimiento infantil -libertad, azar, necesidad- nacieron Las Cajas de China, tantos años después. De la búsqueda incesante de los sentimientos misteriosos vividos en sus páginas, del anhelo por revivirlos, reactualizarlos, devolverles su frescura.

Leo en algún lugar que Don Ramón D. Perés ha sido olvidado. Que sus días de brillante crítico y su dorada juventud en la plata del noventa y ocho hicieron "corto circuito" con las nuevas tendencias literarias y culturales que mandaron al vertedero un sistema de valores y símbolos milenario.

Sin embargo...

Nada más cierto que la poética afirmación de Borges: Sólo una cosa no hay. Es el olvido.

Ramón D. Perés y ese su libro -hoy sólo accesible en circuitos de compradores de libros raros, yo conservo mi ejemplar, tan desgastado como el de las fotografías- es todo memoria en mí y por supuesto en Las Cajas de China, su espíritu actualizado por niños, maestros y curiosos padres que al asomarse a este aparentemente sencillo libro de literatura infantil en realidad se adentran en las eternas páginas de La leyenda y el cuento populares, de D. Ramón D. Perés.