jueves, 5 de marzo de 2009

Érase una vez... Las Cajas de China



por:

Yolanda Lacarieri




Érase una vez un libro que contenía un regalo, una mentira, varios cuentos de países lejanos, como son Egipto, China y La India.

Era un libro para niños, esos doctores de la lógica.

Como todo libro para niños, era ingenioso. Estaba lleno de claves y de trampas y había una laguna surcada por un barco. Pero además era un libro profundo, como los antiguos libros de los profetas, como la laguna misma.

Había niños por todas partes, princesas y príncipes, un marajá, un pintor ciego, su discípulo, un faraón, un diario y un mapa. Todo ello dentro de las cajas, que se contenían una en otra, hasta hacer un bulto enorme, envuelto en papel de china, del tamaño de Jerónimo.

El niño que destrozaba el papel para abrirlas.
El niño que mintió.

Un lunes llegó el bulto como regalo para Jerónimo Tajín. Con el regalo, una carta firmada por un aventurero; el tío Gustavo Tajín. La carta tenía instrucciones precisas que indicaban el día en que se debía abrir cada caja, de no cumplirlo al pie de la letra, la maldición china caería en casa de los Tajín.

Jerónimo tiene nueve años. Su hermano Andrés, trece. Ellos son, a su vez, aventureros...