Si hay hada de los dientes, ¿por qué no bruja de los libros?
Si se lleva a Berenice la sirena, ¡no sabe en la que se ha metido!
El Duende No es más tranquilo, aunque sabe más de hadas que de brujas.
Asunción Carracedo, un duende, una sirena y.... ¡Peligro en la Aldea de las Letras!, de María Eugenia Mendoza Arrubarena.