viernes, 24 de julio de 2009
Moisés Sheinberg: Los libros son la gasolina de la imaginación
Estrellas de vainilla
Por María García Esperón
Moisés Sheinberg nació en la Ciudad de México en 1966.
Es ingeniero en Electrónica y Comunicaciones, maestro en Tecnología Educativa y posee una especialidad en Mercadotecnia. Pero por encima de todo, tiene mucho que decir a los niños y jóvenes y por eso emerge como un escritor de literatura infantil y juvenil de obras tan apasionantes como Estrellas de vainilla, publicada en Ediciones El Naranjo e ilustrada por Aleida Ocegueda..
Cuando eras niño ¿qué tipo de libros te gustaba leer? ¿Cuáles eran tus autores favoritos?
Me gustaba leer, principalmente, aventuras y ciencia ficción. Me gustaba Tolkien, Julio Verne, Mark Twain, Asimov, H.G. Wells, Ray Bradbury.
Ahora que eres adulto, ¿cuáles son los libros que prefieres?
Me gusta la ficción, especialmente la narrativa llena de simbolismos. Me gusta Barico, Auster, Munro, Oz, Lispector, Borges, Beckett, etcétera, etcétera, etcétera.
Como padre que además es autor de literatura infantil ¿qué tipo de relación has establecido con tus hijos a propósito de la lectura?
Me encanta estar con mis hijos y observar su comportamiento inocente y curioso, especialmente ahora, que me he tenido que meter en la cabecita de unos niños. A propósito de la lectura, mi hija de 12 años se ha convertido en una lectora imparable, devora libros a velocidades vertiginosas y cada vez las visitas a las librerías son más frecuentes. A veces nos sentamos juntos a leer y nos acompaña el sonido de la respiración y el pasar las páginas del otro. En cuanto a mi hijo de 8 años, le gusta leer pero aún no ha sido cautivado por completo, espero que esté en camino.
Por favor, platícanos cómo ha sido el camino que te llevó a la escritura.
La escritura, en mi caso, fue algo que surgió sin la intención de que así sucediera, como si tuviera vida propia, te cuento, cuando mi hija Arielle tenía unos 9 años, no le gustaba mucho leer; un buen día me decidí y le pregunté que si le escribía un cuento inspirado en ella, lo leería. Ella gustosa contestó que sí y me puse manos a la obra. El cuento que iba a ser de 10 páginas se fue alargando y alargando hasta convertirse en mi primera novela, misma que Arielle leyó en dos sentadas y le encantó.
¿Cómo nace Estrellas de vainilla?
Después de escribir el libro para mi hija y disfrutar enormemente la experiencia, pensé que era tiempo de escribir uno inspirado en mi hijo, Ilán, que entonces tenía 6 años. Sin embargo, 6 años era demasiado pequeño para la aventura que estaba yo pensando así es que, traté de imaginar cómo sería Ilán a los 12 o 13 años. Escribí el libro y lo mandé a Editorial El Naranjo ya que me habían dicho que era una casa que se especializaba en literatura para niños con contenido cultural. De El Naranjo obtuve una respuesta favorable y, después de que encargaron unas ilustraciones maravillosas de Aleida Ocegueda, imprimieron el libro y, aquí está.
¿Qué tanto de Moisés Sheinberg hay en tu novela y más concretamente, qué tanto de Moisés Sheinberg hay en Skat?
Creo que es imposible escribir sobre un personaje sin volcar en él buena parte de quiénes somos. Skat tiene mucho de mí y también mucho de lo que me gustaría tener. Es curioso y aventurero y aunque no lo quiere aceptar, le gusta estar con su familia y disfruta de los viajes y los misterios, esto es lo que tiene de mí.
En el libro se percibe un gran amor por la Astronomía. ¿Podrías describir tu relación personal con las estrellas?
Amo el cielo nocturno. En especial la luna. Los personajes de mi primera novela tienen nombres de satélites de otros planetas y los de Estrellas tienen nombres de… pues de estrellas. Me encanta sentarme en el campo a contemplar el cielo, inventar constelaciones y ver cómo, lentamente, el panorama va cambiando. Me hace sentir parte de una enormidad infinita.
¿Qué te aportó en lo personal la escritura de tu novela?
Como no estudié letras, nunca me creí capaz de escribir una novela y estoy orgullosísimo de haberlo logrado. Cada vez que la releo digo ¡Guau! ¡¿Yo escribí esto?! La aventura de escribirlo fue divertidísima y ahora siento que he aportado mi granito de arena a cambio de tanto que me han dado los libros. Dejo algo de mí para ser visto por los otros y cada vez que voy a la librería o entro a páginas de Internet y veo mi libro, junto a miles de otros libros, me siento parte de algo muy especial.
¿Podrías platicarnos qué proyectos, qué libros, qué sueños sucederán a Estrellas de vainilla?
Para ir acorde a la edad de mis hijos, el siguiente proyecto me gustaría que fuera algo más para adolescentes. Me gustan los vampiros y las brujas pero ya está muy trillado, así que tendré que pensar en algo más original. Los misterios relacionados con mitos y leyendas me han funcionado bien, a lo mejor va por ahí.
Niños: Entes curiosos e inocentes con ganas de ver, entender y vivir todo lo que sea posible. Genios en potencia.
Estrellas: Las luces que guían nuestros pasos y le dan sentido a la vida.
Existencia: Un tiempo corto con el que contamos para tratar de hacer una diferencia.
Amor: La gasolina de la vida.
Libros: La gasolina de la imaginación.
Y por último, ¿cómo definirías a Moisés Sheinberg como escritor?
Lo que más busco al escribir es divertirme, trato de que mis personajes sean fáciles de entender y que los niños se puedan identificar. Siempre trato de que los libros sean divertidos pero que también tengan una carga cultural y de valores para que los niños no solamente pasen el rato, sino que se formen y aprendan algo interesante. Busco siempre que el amor y la tolerancia formen parte importante del libro.